TERMOMÉTRO INFRARROJO -30 a 1300°C. ENTRADA TIPO K.

El termómetro infrarrojo FLIR TG56-2, con un rango de medición de -30 a 1300°C y entrada tipo K, se ha convertido en una herramienta valiosa en diversas aplicaciones industriales. En plantas de manufactura, permite la supervisión de procesos térmicos, siendo esencial en la verificación de temperaturas en hornos, calderas y sistemas de refrigeración, lo que favorece el mantenimiento preventivo y la reducción de paradas operativas. En el ámbito de la automatización y control, el TG56-2 facilita la incorporación de mediciones de temperatura en sistemas de control remoto, optimizando procesos y garantizando la seguridad operativa. Por ejemplo, en instalaciones de energía, su uso en la detección de puntos calientes en equipos eléctricos reduce riesgos de fallos y mejora la eficiencia energética. Los beneficios de incorporar este termómetro infrarrojo en operaciones reales incluyen una mayor precisión en las mediciones, ahorro en costos operativos, y una significativa mejora en la seguridad de los trabajadores, al minimizar riesgos de exposición a altas temperaturas y permitir intervenciones más rápidas y eficaces.